¡No imaginas la importancia de una buena hidratación!
Mantenerse hidratado no solo es importante durante el ejercicio, sino también antes y después. Aprende cómo llevar una correcta hidratación para no perjudicar ni el rendimiento deportivo ni la salud. Estar hidratado durante todo el día es muy importante, sobre todo para los deportistas de resistencia como ciclistas, corredores de fondo, triatletas y trail runners.
Te explicamos con detalle cómo mantener un buen estado de hidratación antes, durante y después del ejercicio físico.
¡Mucha atención!
1. Antes del ejercicio
Antes de un entrenamiento o competición es recomendable tomar entre 400 y 600 ml de agua purificada. Para comenzar bien hidratado, se debe hacer apróximadamente entre 1 – 2 horas antes de empezar el ejercicio.
Recuerde que el agua purificada ejerce una función termo-reguladora, y evita que aumente la temperatura central del deportista. Además disminuye la fatiga y la percepción del esfuerzo. y contribuye a rellenar los depósitos de glucógeno.
2. Durante el ejercicio
La finalidad de la hidratación durante el ejercicio es la ingesta de líquidos a intervalos regulares de tiempo, reponer el agua y los electrolitos perdidos mediante el sudor y la orina y mantener los niveles de glucosa en sangre estables.
Se recomienda tomar entre 200 – 250 ml de agua purificada cada 20 – 25 minutos de ejercicio físico, lo que equivale a dos o tres sorbos.
Es importante recalcar que en determinadas circunstancias se puede perder más líquido del que nuestro organismo es capaz de asimilar.
3. Después del ejercicio
La rehidratación después del ejercicio es tan importante como la hidratación antes y durante el mismo. Este proceso debería comenzar lo antes posible, posibilitando una óptima y rápida recuperación muscular.
Una manera sencilla y eficaz para calcular la pérdida de líquido mediante el sudor es pesarnos antes y después del ejercicio, así obtenemos la cantidad de líquido necesaria para hidratarnos correctamente.